Compartir el Amazonas con aquellos que <Habitan el Amazonas>
Por: Oriana Ramírez
Se requiere sensibilidad, espíritu y fuerza para habitar la selva. En una primera visita desde la ventana de un avión se ven los frondosos árboles del Amazonas, un río inmenso y lleno de curvas, entre los árboles se esconde una que otra quema. A la llegada nos recibía un aire húmedo que me costaba respirar y un camino lleno de turistas que recogían sus maletas para comenzar la aventura.
¿Qué significa realmente la palabra aventura? Para muchos, puede evocar imágenes de viajes a tierras desconocidas, desafíos emocionantes o experiencias llenas de adrenalina. Pero para nosotros en Fucai, la aventura ha tomado un significado mucho más profundo: es sumergirse en una realidad distinta, aprender de quienes han habitado un territorio desde siempre y compartir sus formas de ver y entender el mundo.
Nuestra aventura no ha sido solo recorrer la selva, sino convivir con ella. Ha sido escuchar el río al amanecer, sentarnos en círculo con los guardias indigenas para compartir conocimientos, aprender a comunicar su lucha y su labor, y descubrir cómo la medicina tradicional y la occidental pueden complementarse para salvar vidas. Ha sido entender que la selva es un universo complejo, lleno de historias, retos y, sobre todo, de resistencia.
Foto del puente que conecta el río con la comunidad de Nazareth
Cuando hablamos de la relación entre el ser humano y la naturaleza, solemos pensar en la necesidad de cuidarla y protegerla. Sin embargo, en el Amazonas, este vínculo va mucho más allá. Aquí, la selva no es solo un espacio verde; es un organismo vivo, un hogar compartido donde cada ser, desde los majestuosos jaguares hasta los niños que juegan entre los árboles, forma parte de un equilibrio que ha existido durante siglos.
Para las comunidades indígenas, guardianas ancestrales de este territorio, la selva no es un recurso, sino un ser con el que se mantiene una relación de respeto y reciprocidad. En cada visita con FUCAI, este lazo se hace más evidente: compartir con los guardias, gestores y pobladores nos permite comprender que el cuidado del territorio no es solo una tarea, sino una forma de vida, un compromiso que atraviesa generaciones y se mantiene vivo a través del trabajo comunitario.
Aquí, cada tarea colectiva es un acto de cuidado. La cooperación y el equilibrio son la respuesta a las amenazas externas: la deforestación, la colonización y los intereses que buscan explotar la selva sin entender su verdadero valor. Pero la lucha no solo está en defender el territorio, sino en preservar los conocimientos, las tradiciones y la identidad cultural que dan sentido a esta vida en armonía con la naturaleza. A lo largo del tiempo, estos modos de vida han permitido el desarrollo de sistemas de producción, atención en salud, organización social e identidad colectiva que garantizan un uso exitoso del territorio.
A través del apoyo a la guardia indígena en FUCAI queremos sumar herramientas, ideas y aprendizajes que ayuden a fortalecer esta red de vida y conocimiento. Apoyamos a la guardia indígena y a las comunidades en su esfuerzo por hacer de la selva un espacio de abundancia y sostenibilidad, pese a los desafíos del cambio climático y las presiones económicas y políticas que amenazan su existencia.
La aventura descrita no se limita a un simple recorrido por la selva amazónica, sino que representa un proceso profundo de inmersión en la vida de las comunidades indígenas. A través de actividades como el Diplomado en Amazonía, Pueblos Indígenas y Protección de Niños y Jóvenes Indígenas, y talleres de redes de comunicación y primeros auxilios, los participantes han tenido la oportunidad de aprender directamente de los guardianes del territorio, entendiendo la importancia de la cooperación, el respeto mutuo y la integración de saberes. La convivencia con la selva, el fortalecimiento de la identidad cultural y la formación en prácticas de salud y comunicación han sido claves para esta aventura, que no solo busca preservar el territorio, sino también empoderar a las comunidades en su lucha por la sostenibilidad y el bienestar colectivo. En Octubre del 2024 se culminó un espacio de formación que reunió a gestores comunitarios, docentes, autoridades y jóvenes con un objetivo en común: fortalecer la identidad cultural y reflexionar sobre el rol de cada uno como agente de cambio en su comunidad.
Durante dos días, entre juegos, cantos, debates y reflexiones, cada participante reafirmó su compromiso con la preservación de su cultura y su territorio. El cierre fue una emotiva ceremonia de graduación, no solo como símbolo de aprendizaje, sino como un pacto para seguir transmitiendo estos saberes a las nuevas generaciones. Porque la identidad no es solo memoria, es un legado vivo que, con esfuerzo y dedicación, seguirá latiendo en el corazón de la selva por muchos años más.
Imagen 2. Graduandos vistiendo sus trajes típicos
Despues continuamos con un taller de redes y comunicaciones, al que se convocó a un representante de cada comunidad con el propósito de que transmitiera estos conocimientos a los demás guardias. En un espacio de diálogo y aprendizaje, los guardias de la Amazonía colombiana reflexionaron sobre la importancia de la comunicación efectiva para visibilizar su labor y dar a conocer lo que sucede en el "pulmón del mundo".
Durante dos días y medio, los participantes discutieron el uso de redes sociales y la necesidad de construir mensajes claros y concisos. También exploraron herramientas para la toma de fotografías y la producción de material audiovisual. Como resultado final, los guardias se comprometieron a crear redes sociales para cada asociación, con el objetivo de generar contenido propio y fortalecer su rol como autoridades autónomas en la protección de sus territorios.
Taller de comunicaciones
El segundo taller estuvo enfocado en primeros auxilios, con el objetivo de integrar conocimientos de la medicina tradicional con la medicina occidental y ofrecer herramientas para atender emergencias en la selva. Durante dos días y medio, los participantes aprendieron desde técnicas básicas, como la protección de heridas, hasta procedimientos más avanzados, como la elaboración de ventosas para relajar los músculos.
El taller abordó temas como el tratamiento de heridas, fracturas, uso de medicinas naturales, aplicación de tratamientos y atención a accidentes ofídicos. A medida que se discutían distintas situaciones de riesgo en la selva, los participantes compartieron experiencias personales, generando un valioso intercambio de saberes que fortaleció sus capacidades para responder ante emergencias.
Taller de primeros auxilios
Esta experiencia representó una verdadera aventura, no solo por el aprendizaje adquirido, sino por la inmersión en la vida cotidiana del Amazonas. Vivir en la selva implica mucho más que recorrerla: significa compartir la comida de sus habitantes, escuchar y aprender su lengua, y participar en su cotidianidad.
Estos talleres marcaron el inicio de un proceso de formación más amplio, en el que la capacitación continúa desempeñando un papel fundamental para responder a las necesidades que la selva demanda. A través de este intercambio de conocimientos, FUCAI reafirma su compromiso con el control territorial y el dialogo de saberes que enriquece y contribuye al buen vivir.