La pobreza y la falta de agua como determinantes en la muerte de los niños wayuu.

Por: Wilmer Pérez

El municipio de Albania, la Guajira, a pesar de encontrarse rodeado de carbón, es un territorio marcado por la pobreza, la desigualdad y la inseguridad alimentaria que afecta principalmente a la población infantil, donde cientos de niños mueren por causas asociadas a la desnutrición; si bien esta problemática no solo esta relacionada con la falta de alimentos sino de servicios básicos sanitarios como el agua.

Según el Instituto Nacional de Salud (INS) y los reportes oficiales registrados en el SIGIVILA, en el 2022 se registraron 85 muertes en menores de cinco años en La Guajira, de los cuales 40 fueron por motivo de infección respiratoria aguda, 23 por causas probables asociadas a enfermedad diarreica aguda y 19 por causas probables asociadas a desnutrición; con base a lo mencionado anteriormente solo se puede agregar que son tantas las muertes de niños menores de 5 años que han generado la necesidad de trabajar en pro de minimizar esta situación o en su defecto contribuir a mejorar sus condiciones de vida.

El drama humanitario y sanitario que se vive en el departamento de la Guajira, así como en el municipio de Albania es alarmante, y más por el hecho de que este involucra a la niñez, entonces desde este punto surge la necesidad de idealizar estrategias y mecanismos de acción que contribuyan a solventar la problemática, apropiarse de la situación y hacer frente a esta es la idea central y mas cuando las poblaciones mas afectadas son las ubicadas en la zona rural, debido a la dificultad para acceder a la seguridad alimentaria, así como el desempleo, el clima y otros más que dificultan dar cumplimento a los derechos fundamentales y a las garantías constitucionales y sociales que propicien tener una vida digna.

La Sentencia T-302 del 2017 se instauro como una medida para intervenir en esta situación, busca incesantemente el diseño de objetivos para la ejecución de un plan de acción que logre trabajar a favor de las comunidades indígenas wayuu y que promueva el cumplimento de las leyes y los derechos a fin de salvaguardar la vida e integridad de los niños y niñas wayuu a través de estrategias de salud alimentaria y sanitaria que les permita vivir dignamente..

Imagen tomada de: https://www.banrep.gov.co/sites/default/files/publicaciones/archivos/dtser_255.pdf
Imagen tomada de: https://www.connectas.org/especiales/los-327-ninos-wayu/

Con base a las imágenes presentadas anteriormente, es notorio que Uribia es uno de los municipios del departamento de la Guajira donde más muertes en niños menores de 5 años se presenta, debido a que gran parte de la población wayuu habita en la zona rural, en rancherías donde es más difícil acceder a servicios y seguridad alimentaria que mejoren su calidad de vida, con relación a esto Según la Encuesta Nacional de Salud y Situación Nutricional, “la desnutrición por deficiencia de micronutrientes continúa siendo un problema de salud pública. Al que se ha prestado una gran atención, en especial a la de nutrientes como el hierro, vitamina A y zinc. Esta situación se presenta en particular en las regiones con mayores necesidades en cuanto a servicios de salud, fuentes de trabajo, infraestructura física, tecnológica y por las características propias de las zonas debido a su ubicación geográfica, con difíciles vías de acceso, repercutiendo en la población menos favorecida”.

Si bien, la pobreza extrema es la principal causa por la que se presentan tantas muertes en las comunidades indígenas, los programas de protección social no alcanzan a llegar a las zonas más lejas, donde el desempleo y la falta de oportunidades genera limitaciones para el desarrollo social de esta población, el diseño de Las políticas y programas en gran parte no se ejecutan de manera eficaz y en su gran mayoría no se desarrollan de acuerdo a las necesidades de la población lo que limita que la población pueda disfrutar d ellos beneficios y acceder a mejores oportunidades.

Desde la fundación caminos de identidad, FUCAI se está trabajando con la población wayuu en la apropiación del conocimiento, a fin de atender su situación económica, alimentaria y de salud publica para generar estrategias que minimicen la situación con casos de éxito demostrables, pero sobre todo lograr que las mismas comunidades indígenas logren construir proyectos comunitarios para el avance de la población y que entiendan el contexto en el que está envuelto el departamento en este momento.

El trabajo comunitario dentro de las rancherías permite la generación de cambios desde la base y que logren perdurar en el tiempo gracias a la apropiación.

Veeduría ciudadana para la implementación de la Sentencia T-302 de 2017.

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