La voz de una mujer wayuu, en San Diego California.

Por: Zulma Rodríguez

Las voces de las mujeres wayuu en la Guajira muchas veces se confunden con el llanto frente a una hamaca cubierta por una sábana blanca que oculta el cuerpo sin vida de uno de sus hijos, sobrinos o nietos. Pensar desde el territorio en los casos de inequidad  o violencia contra la mujer y en especial, contra la mujer wayuu, a veces se convierte en una tarea difícil cuando el día a día las obliga a mantener con vida a sus hijos, a su familia y a ellas mismas. 

Sin embargo, las mujeres wayuu han comenzado a hablar, a preguntarse, a tejer la palabra y a contar sus historias que en ocasiones están llenas de dolor, de  violencia, racismo y discriminación y que se traslapan de territorio a territorio, compartiendo no solo una misma identidad indígena, sino el mismo dolor aún sin conocerse. 

Las preguntas que se hacen ellas bajo el calor de las rancherías en La Guajira Colombiana, son las mismas preguntas que se hacen sus pares en La Guajira Venezolana y sus similitudes, son compartidas a través de las voces de aquellas que ven la importancia de dar a conocer sus frustraciones, sus dolores y su lucha. 

Este es el caso Dayana palmar, una joven Wayuu Venezolana, quien a través de su trabajo como abogada, periodista, defensora de derechos humanos y desde hace 3 años investigadora de pueblos indígenas en Colombia ha logrado condensar en una investigación llamada “ La discriminación contra las mujeres wayuu como sistema de Violencia Colectiva Contra el Pueblo Indígena Wayuu en Venezuela y Colombia” no solo la experiencia de las mujeres wayuu de su familia, sino de aquellas a las que no se les escucha habitualmente: “Durante mi investigación siempre tuve presente a toda la línea materna, porque esta investigación me ayudo a comprender esa visión de cuidado colectivo que tiene la mujer wayuu, porque es mamá , hermana, sobrina y tía. Y es una visión de vida que siempre están pensando en el otro y eso me ayudó a comprender como piensas mis abuelas y a mis tías y eso está en riesgo en el mundo actual, en donde todo apunta al individualismo , mientras que la visión wayuu y el pueblo indígena es colectiva.” 

Esta investigación fue desarrollada gracias al patrocinio de la Universidad de San Diego en California y al laboratorio Kroc:  “Este es un laboratorio que funciona como centro de pensamiento en la universidad para estudiar las causas y el origen y las raíces de las inequidades de poder que afectan a la sociedad y como se ejerce el poder opresivo en ciertas minorías es el generador de violencia y uno de los objetivos del instituto es fomentar la paz.” 

Durante los meses de investigación esta joven wayuu tuvo la oportunidad de adentrarse no solo en La Guajira Venezolana, sino conocer más de cerca las raíces y la manera en que sus pares habitan en Colombia y cómo el ECI afecta y genera un tipo de violencia sutil que hace aún más efectivos y adversos sus efectos: “ Los principales hallazgos de la investigación se evidencian en que estas formas de violencia sutil y continua  hacen más daño a la vida de la mujer wayuu, se han vuelto interdependientes y se han mezclado y están conectados” “Esta discriminación explicaría los niveles de pobreza, los niveles de mortalidad materna que se tienen ahora en la Guajira y también explicaría el aumento de casos de violencia basadas en  género en el territorio. Es necesario poner a la mujer en un lugar especial en los programas y en la política porque la mujer wayuu tiene una visión colectiva, por lo tanto, cuidar a la mujer wayuu implica el cuidado completo en el territorio y no garantizarle condiciones a la mujer wayuu para vivir una vida en dignidad, segura y plena de ella misma es impedir al pueblo wayuu para que se desarrolle de la manera como debe desarrollarse”

Lo que no es sorprendente y como lo hemos venido evidenciando en la implementación de la Sentencia T302, los efectos que tiene la vulneración masiva y generalizada de derechos, en especial sobre la mujer wayuu, exacerba la inequidad, y la violencia de género y otros tipos de violencias “ La mujer wayuu se enfrenta a la pobreza multidimensional , a la falta de servicios básicos de calidad, la falta de agua que afecta directamente a las mujeres indígenas en el territorio, por acceso a la higiene menstrual. Otro de los desafíos que enfrentan es lo lejos que se encuentran los centros médicos en los territorios y la falta de carreteras aptas para que puedan movilizar transporte para llevar a las mujeres que tengan una emergencia”

Sin embargo, y a pesar del panorama desolador que fue evidenciado en este documento, una de las soluciones podría estar en la efectiva implementación de las políticas públicas con énfasis en las mujeres indígenas como lo afirma Dayana: “ La situación de las mujeres wayuu pueden cambiar por acción de los estados, de leyes que reconozcan los derechos que reconozcan al pueblo wayuu como transfronterizo, su derechos a ejercer actividades económicas en el marco de la legalidad y tener sus sistemas educativos y de seguridad” “ Eso se lograría garantizando agua potable, servicios básicos como electricidad , en un territorio con proyectos de parques eólicos, servicios de salud, construcción de carreteras” Creo que eso ayudaría a disminuir los niveles de marginalización, tal como lo establece la sentencia T 302 de 2017 en Colombia”.

Este tipo de espacios educativos y de charlas en las academias no solo permiten hacer visible el problema de desigualdad que existe con las comunidades indígenas en nuestro territorio, sino que sirve de enlace y construcción de posibles alianzas que  permitan la construcción de redes de apoyo, vigilancia y educación: “desde las plataformas educativas, creo que es importante que a partir de estas investigaciones se haga un reconocimiento que dentro de los pueblos indígenas existe conocimiento también , y conocimiento intergeneracional y conocimiento antiguo y eso se deriva de la forma como el pueblo wayuu se relaciona con su entorno y esto tiene una cabida importante en el contexto del cambio climático en el que estamos ahorita y el pueblo wayuu tiene una noción de entender el viento por ejemplo, de entender a la naturaleza , que indica como se mueve el wayuu en su territorio.  Creo que en el mundo de hoy, en donde la fugacidad es lo normal, ayudaría a pensar en la existencia propia y puede ayudar y promover un cuidado mejor de la vida.  Del pueblo wayuu tenemos mucho que aprender y es importante que se abran estos espacio para entender que esas formas de relacionamiento  y buscar soluciones que se alinean a sus pensamientos,  a sus sistemas económicos, a sus sistemas alimentarios y a sus sistemas culturales.”

La presencia de una mujer wayuu en lugares  académicos, en los lugares de toma de decisiones, se debe masificar,  porque el empoderamiento de las mujeres está en el origen y en poder preservar desde su profesión la herencia que se lleva en su espíritu, tal como lo hace esta wayuu:  “para mi ser wayuu es ser heredera de todas las tradiciones culturales y el conocimiento espiritual y ancestral de mi mamá y abuela y de todas las generaciones que me antecedieron. Por eso para mi ser wayuu es estar en el mundo de una forma diferente, porque como familias indígenas tenemos una visión colectiva del cuidado, que abarca a todos los familiares y como nos relacionamos con el mundo, con el territorio , con los ancestros y la forma como entendemos los sueños y de los mensajes que dan a través d ellos sueños y cómo nos relacionamos con otros , los humanos y los no humanos”.

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