Mujeres Indígenas: Guardianas de la Cultura, la Vida y el Futuro de sus Comunidades
Escrito por: Oriana Ramirez
Cómo un equpo de tres mujeres en la Fundación Caminos de Identidad - FUCAI impulsa el desarrollo sostenible, el buenvivir de sus comunidades y el cuidado de la infancia en el departamento del Vichada.
“La afirmación de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) —‘Las mujeres indígenas somos cuidadoras de vida, somos territorio, somos complementariedad, somos unidad, somos equilibrio, somos armonía, somos quienes aportamos a la pervivencia de nuestros pueblos’— captura la esencia del rol que desempeñan estas mujeres en sus comunidades y su profunda conexión con la tierra, la cultura y la identidad que las define.”
En el departamento del Vichada, este papel cobra vida de forma ejemplar a través del “Programa de Ecología, Deporte e Identidad Cultural”, implementado con el acompañamiento de la Fundación Caminos de Identidad (FUCAI). Esta iniciativa no solo impulsa la recuperación cultural de las nuevas generaciones, sino que, gracias a la dedicación de tres mujeres indígenas que con valentía y amor por su gente están transformando la vida de los niños y niñas de la región, se ha convertido en un faro de esperanza y autonomía.
Un Proyecto Que Revitaliza la Cultura y Protege el Medio Ambiente
El “Programa de Ecología, Deporte e Identidad Cultural” se ha propuesto brindar a los niños y niñas del Vichada la oportunidad de recuperar y fortalecer su herencia cultural. A través de bailes, cantos y juegos tradicionales, las nuevas generaciones refuerzan sus vínculos con las raíces ancestrales y asimilan valores que han sido fundamentales en la historia de sus pueblos. Al mismo tiempo, el programa aborda la desnutrición infantil, proporcionando atención nutricional y mejorando las condiciones de vida de las familias más vulnerables.
El componente ambiental también es crucial: las reforestaciones lideradas por los propios niños no solo promueven el cuidado del entorno, sino que siembran conciencia sobre la importancia de preservar la tierra que los sostiene.
No obstante, lo que realmente distingue a esta iniciativa es el liderazgo de tres mujeres indígenas: Luz Dary, Martina y Gladys. Con un compromiso inquebrantable, recorren las vastas sabanas del Vichada en sus motos, llevando juegos, enseñanzas y esperanza a cada rincón del territorio. Estas mujeres actúan como un puente entre el pasado ancestral y el futuro de sus comunidades, conectando a los niños con sus tradiciones y ofreciendo a las familias una ruta hacia la esperanza.
Desafíos y Reconocimiento
La participación de las mujeres en la gestión de proyectos como este no ha estado exenta de obstáculos. Tradicionalmente, los liderazgos en las comunidades indígenas estaban en manos de hombres —en su mayoría líderes y autoridades locales—, de modo que nombrar a tres mujeres como gestoras representó una novedad que suscitó escepticismo. Muchos se preguntaron si Luz Dary, Martina y Gladys tendrían la capacidad de llevar adelante una tarea que históricamente no les había sido asignada.
Con cada jornada, sin embargo, demostraron que no solo estaban a la altura, sino que superaban las expectativas. Rescataban juegos tradicionales, enseñaban canciones ancestrales, elaboraban artesanías y organizaban espacios deportivos para acercar a los niños a su entorno natural y cultural. Al finalizar cada actividad, se compartían refrigerios en un ambiente de alegría y compañerismo que reforzaba aún más los lazos comunitarios.
Lo más gratificante de todo este trabajo ha sido el reconocimiento de otras mujeres, madres y líderes comunitarias, que han visto en ellas un ejemplo a seguir. La transformación fue palpable en el rostro de los niños, siempre entusiasmados y felices de participar; y cada vez más hombres de las comunidades comenzaron a valorar públicamente el esfuerzo y la dedicación de estas tres gestoras, reconociendo su labor en favor de la educación y el bienestar de la infancia.
El Impacto de la Participación de las Mujeres en el Cambio Social
En un taller de cierre en la escuela de Las Marías, Luz Dary compartió:
“Las mujeres no ocupaban un lugar en la política ni en la administración, solamente servimos para hacer la comida y para tener hijos. Yo nunca quise dedicarme solo a eso, porque soy una mujer berraca y emprendedora. Me metí con mi hermano en la toma de decisiones del resguardo porque a mí me importa lo que pasa con la gente, con los niños y, sobre todo, con las mujeres.”
Estas palabras reflejan la lucha constante de las mujeres indígenas por ganar un espacio en un contexto donde su voz ha sido silenciada históricamente. El taller no solo sirvió para conocer la perspectiva de las gestoras, sino también la de otras mujeres que apoyan el proyecto. Muchas expresaron su agradecimiento y admiración, subrayando cómo la labor de Luz Dary, Martina y Gladys ha abierto nuevos horizontes para que sus hijos sueñen con un futuro prometedor. Además, muchas madres manifestaron que, gracias a este ejemplo, se sienten inspiradas a participar más activamente en sus comunidades, en proyectos y en la construcción de un bienestar colectivo.
En algunas ocasiones, algunos hombres de la comunidad han manifestado su inquietud sobre por qué el equipo está integrado exclusivamente por mujeres. Sin embargo, las gestoras se han ganado su respeto gracias a los resultados tangibles que han obtenido. De hecho, otros hombres defienden el trabajo de Luz Dary, Martina y Gladys, convencidos de que la dedicación y el liderazgo de estas mujeres han traído beneficios claros para la comunidad. Por su parte, la Fundación Caminos de Identidad (FUCAI) mantiene una política clara para este proyecto: su equipo debe ser 100% femenino, fomentando el liderazgo de las mujeres indígenas.
Pese a otros obstáculos —como las largas distancias que deben recorrer en moto, las dificultades climáticas y las limitaciones económicas de las familias—, Luz Dary y Martina, además de ejercer de gestoras, son madres y empresarias; dedican gran parte de su tiempo a actividades de incidencia política y comunitaria, siendo Luz Dary capitana del resguardo, un cargo que evidencia aún más su liderazgo. Por su parte, Gladys, quien inició su participación más recientemente, ha sido acogida con gran respaldo por sus compañeras y se consolida como una nueva líder en la región.
El Impacto del Liderazgo Femenino en la Autonomía Comunitaria
La presencia de mujeres liderando proyectos tiene un efecto decisivo en la autonomía de las comunidades indígenas. Su participación activa y visible fortalece las estructuras sociales, mostrando que, además de salvaguardar sus tradiciones, son agentes de cambio y progreso. La intervención femenina en la toma de decisiones no solo enriquece las perspectivas dentro de la comunidad, sino que también desencadena un impacto multiplicador, abriendo paso a nuevas oportunidades de desarrollo para las generaciones venideras.
Además, el liderazgo de mujeres indígenas como Luz Dary, Martina y Gladys ejemplifica cómo la cultura ancestral puede preservarse enseñando las tradiciones y, a la vez, fortaleciendo la autonomía y la dignidad de las mujeres. Con su labor, inspiran a otras para seguir sus pasos, creando un círculo virtuoso de fortaleza y resiliencia.
El Futuro de las Mujeres Indígenas en el Liderazgo Comunitario
El papel de la mujer indígena es esencial en la transmisión de saberes ancestrales y en la protección de la identidad cultural de sus pueblos. Sin embargo, su contribución no se limita a preservar la cultura; también son pioneras en la creación de nuevos horizontes para el desarrollo de sus comunidades. En palabras de una profesora del resguardo:
“Las mujeres ya estamos pensando en llegar a ser gobernadoras del resguardo y nos venimos preparando. El que no es capaz de gobernar una familia no es capaz de gobernar un resguardo.”
A esta determinación se suma una profunda sensibilidad para atender los problemas de la gente y un compromiso constante por aprender y encontrar soluciones. Con una capacidad arrolladora para movilizar a las comunidades, estas mujeres se han convertido en protagonistas de la protección de la niñez y en agentes de cambio que impulsan el bienestar colectivo.
Con la implementación de nuevos proyectos, se espera que cada vez más mujeres indígenas asuman roles de liderazgo, ampliando así la participación femenina en todos los ámbitos de la vida social, política y cultural. En la actualidad, tres mujeres encabezan el proyecto en Vichada, pero la esperanza es que, en el futuro, seis o más se sumen a esta misión. Con ello se garantiza no solo la buena marcha de los proyectos, sino también la consolidación de la participación femenina en la toma de decisiones y en la defensa de las tradiciones. A medida que más mujeres asuman el liderazgo, las comunidades indígenas podrán construir un futuro más inclusivo, justo y sostenible.
Un Futuro Prometedor para las Mujeres Indígenas
El trabajo de Luz Dary, Martina y Gladys ha demostrado que las mujeres indígenas no solo son guardianas de sus tradiciones, sino que también son protagonistas del cambio y la evolución de sus comunidades. Su dedicación, valentía y amor por su gente son la base de un proceso transformador que no solo beneficia a las nuevas generaciones, sino que también contribuye a la preservación de las culturas ancestrales.
La participación activa de las mujeres en proyectos como el “Programa de Ecología, Deporte e Identidad Cultural” es un ejemplo claro de cómo el liderazgo femenino puede ser una herramienta poderosa para el desarrollo sostenible y la conservación de la identidad cultural. Con más mujeres asumiendo roles de liderazgo, las comunidades indígenas podrán avanzar hacia un futuro más equitativo y lleno de posibilidades, manteniendo vivas sus tradiciones mientras abrazan el futuro con esperanza y fortaleza.